El CSI-CSIF denuncia la pasividad del Gobierno central ante la problemática penitenciaria.
La cárcel de Tahiche presenta el mayor índice de hacinamiento de todo el Archipiélago, multiplicando casi por cuatro el ratio establecido por ley.
Hace años que los lanzaroteños sabemos que el centro penitenciario de Tahiche es uno de los más precarios de Canarias y de todo el país. Los más de 160 presos hacinados en 44 celdas con las que cuenta el centro lo convierte en el que mayor ratio de masificación presenta en todo el Archipiélago.
La cárcel de Tahiche presenta el mayor índice de hacinamiento de todo el Archipiélago, multiplicando casi por cuatro el ratio establecido por ley.
Hace años que los lanzaroteños sabemos que el centro penitenciario de Tahiche es uno de los más precarios de Canarias y de todo el país. Los más de 160 presos hacinados en 44 celdas con las que cuenta el centro lo convierte en el que mayor ratio de masificación presenta en todo el Archipiélago.
Si a eso sumamos que el crecimiento de la población en Lanzarote ha demostrado ser el más desproporcionado de toda la región la búsqueda de una solución se hace imperativa. No obstante, ayer se hicieron públicas las estadísticas relativas a todos los centros penitenciarios del país y se supo que en España contamos con un sistema penitenciario próximo a los países en vías de desarrollo.
Además, gracias a la denuncia realizada a través de un comunicado de prensa por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-CSIF) los conejeros saben que por ley cada uno de los presos debe disponer de celdas individuales, salvo necesidades temporales de los centros.
Promesas de ampliación.
El sindicato que agrupa entre otros a los funcionarios de Instituciones Penitenciarias ha lamentado la política desarrollada hasta ahora por el Ejecutivo central, al que corresponden las competencias en esta materia. Esta inactividad, a pesar de las promesas de ampliar el centro de Tahiche, se podría extender al Gobierno de Zapatero también en el caso de Lanzarote.
"La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-CSIF) que, repetidamente, ha venido denunciando la precaria situación en la que trabajan los empleados públicos y la masificación que sufren las prisiones españolas, lamenta que transcurrido más de dos años desde la toma de posesión de la actual Directora General de Instituciones Penitenciarias, detectamos una línea continuista en la política penitenciaria del nuevo Ejecutivo, no dando soluciones contundentes para paliar la falta de personal, masificación y el incumplimiento manifiesto de la LEY ORGÁNICA 1/79, de 26 de septiembre GENERAL PENITENCIARIA que en su articulo 19 dispone que todos los internos se alojarán en celdas individuales. En caso de insuficiencia temporal de alojamiento o por indicación del Médico o de los equipos de observación y tratamiento, se podrá recurrir a dependencias colectivas. En estos casos, los internos serán seleccionados adecuadamente. En la actualidad esa temporalidad de la que habla el art.19, sigue sin existir, las prisiones siguen masificadas y el incremento de reclusos es constante, haciendo las prisiones españolas más inhumanas e inseguras, casi doblando la ratio interno - Trabajador Penitenciario. Con la actual plantilla no se puede asegurar el tratamiento y la reinserción de los internos".
Y es que en la actualidad, y según datos ofrecidos por el propio Gobierno Central, tan sólo la antigua cárcel de La Palma, El Trocadero, se acerca un poco a la media conejera, con 52 presos para 16 celdas (unos 3,25 presos por celda), quedando muy alejados los ratios de que disfrutan los presos de Tenerife, con 1.357 internos y 1.008 celdas (1,34 presos por habitáculo) y los del Salto del Negro en Gran Canaria, con 1.262 presos para un total de 723 unidades (1,7 internos por unidad).
Aumento de plantillas.
Por su parte, la Central Sindical insiste en que en todo el país deberán ser aumentadas las plantillas de trabajadores para ofrecer un sistema digno de seres humanos y para que los vigilantes no tengan que hacer horarios leoninos ni poner su vida en peligro debido a los escasos recursos humanos con los que cuenta el sistema.
Recuerda el comunicado de prensa que una de las promesas del programa electoral de los socialistas "no es otro que la homologación salarial de los empleados públicos a nivel nacional, sin distinción de autonomía o localidad, por eso este sindicato exige la equiparación retributiva con los compañeros de prisiones catalanes, como prometía el PSOE: a igual trabajo, igual sueldo".
Duras son las palabras con las que describe el comunicado la situación de los centros penitenciarios del país, la actuación del Ejecutivo central y las condiciones en las que tienen que trabajar las personas que están allí cumpliendo con su trabajo. "El sistema penitenciario español sigue haciendo aguas, sí, se está hundiendo con el beneplácito del actual Ejecutivo que lo está llevando hasta el limite de lo imaginable, está poniendo en peligro el propio equilibrio del sistema. Hasta ahora la conflictividad de las prisiones, los intentos de secuestros, asesinatos, fugas etc. se están controlando gracias a la profesionalidad de los Trabajadores Penitenciarios que muchas veces hacemos más de lo que es nuestra obligación y por lo que recibimos nuestros emolumentos. El trabajador penitenciario está para custodiar, educar y reinsertar al interno, no para poner su vida en peligro cada vez que entra en un módulo: en muchos de ellos imperan las mafias y son escuelas de delincuentes como quedó claro en el último escándalo de la "escuela de Talibanes" de la prisión de Topas. Dada la actual masificación y alcanzando casi el 200% de la capacidad del sistema penitenciario español, se puede decir que la recesión es total, cada día hay más violencia y suicidios dentro de nuestras prisiones, las enfermedades infecto contagiosas campan a sus anchas en nuestros prisiones (sida, hepatitis, tuberculosis etc...) y la ratio Trabajador Penitenciario-Interno cada día es menor. Nuestro sistema penitenciario se parece cada día más al de un país en vías de desarrollo en el que prima el hacinamiento sin tratamiento. Hacinar a los presos es un remedio a corto plazo, la cárcel en estos casos funciona como una escuela de delincuentes, en la que no existe una reinserción seria.
Que estos individuos no socializados salgan a la calle es cuestión de tiempo y el mal que puedan causar a la sociedad es mayor, al haber adquirido en su tiempo en prisión conocimientos para poder seguir delinquiendo y en muy pocos casos estarán rehabilitados".
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