"Hay que dignificar al funcionario de prisión"
Ha creado, junto con cuatro compañeros, una oenegé para dar a conocer el trabajo de los funcionarios de prisiones. Cree que hay muchos falsos mitos sobre su profesión.
No somos personas que le dan a un botón para abrir y cerrar puertas, que damos órdenes o que pegamos a los internos. Nada más lejos de la realidad. Creemos que somos un elemento importante en el proceso de resocialización y reinserción del interno y que hay que dignificar nuestra labor y darla a conocer".
Toni es funcionario de prisiones y, junto a cuatro compañeros, ha creado una organización no gubernamental (oenegé) que se llama Prisiones Sin Fronteras y que da sus primeros pasos.
El objetivo fundamental es difundir y "dignificar" este trabajo y ofrecer una "visión real" de un centro penitenciario. Está "muy ilusionado" con la iniciativa. Por eso, entre sus metas está dar charlas a los estudiantes a través de asignaturas como Educación para la Ciudadanía. "Me gusta mi trabajo, me llena.
Hay que echar abajo el mito de que estamos en esto porque no hay nada mejor. Quienes entraron de diez años a esta parte son licenciados o diplomados. Y hay funcionarios desde hace muchos años a los que los internos adoran".
Tiene los pies en el suelo. No quiere dar una visión idílica de las cárceles, sino ajustarla a la realidad. Lejos de plantear un trato frío y duro con los reclusos en el que los funcionarios "torturan o maltratan", la relación es cercana y de colaboración.
Y aunque no ejecutan directamente programas de reinserción y reeducación, su tarea se convierte en eso. "Toda la institución penitenciaria está volcada en la reinserción. Y los funcionarios tenemos con los internos un trato y un contacto diarios que son importantes. Ellos quieren alguien que los escuche. Yo lo hago. Me da igual el tipo de delito, porque no quiero prejuzgar. Ni juzgar.
La gente piensa que es imposible reinsertar y si todos lo pensáramos, seguro que acabaría siéndolo. Pero yo creo que no lo es".
El día a día no es sencillo. "Hay momentos de mucha tensión". Pero los internos "están bien cuidados. Pueden estudiar, hacer cursos, aprender valores sociales. Tienen atención sanitaria, incluida la bucodental...", dice Toni. Y recuerda que no es fácil compaginar este esfuerzo por la reinserción con la labor "de disciplina y custodia" que deben ejercer.
"Yo les ayudo en todo lo que puedo, pero siempre dentro de la ley. Creo en ellos, pero también en la disciplina. Es necesario educarlos, explicarles que no es admisible una pelea ni una extorsión", añade Toni, que estudió Derecho.
Está convencido de que casi el 100% de los funcionarios de prisiones realiza un trabajo ejemplar. "Habrá ovejas negras, como en todas partes. Pero la mayoría realiza una gran tarea". Para él, buena parte de los reclusos tienen una vida "realmente dura", y resulta muy complejo reinsertarse al regresar al núcleo familiar o social que los abocó a delinquir. Pero no pierde la esperanza.
Ahora, la organización está a la espera de que se confirme su registro oficial para pedir alguna subvención con la que pagar sus pequeños gastos (confeccionar la web, tener el logotipo o adquirir alguna herramienta para dar las charlas). Sabe que no será sencillo. "Al plantear lo de la oenegé, mucha gente se rió. Pero creo que puede interesar", dice.
noticia publicada en :
el periodico de Aragón
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