05 octubre 2007

El fiscal pide al TC que confirme la condena por amenazas a De Juana

Las expresiones que el etarra Ignacio de Juana Chaos utilizó en el artículo publicado en «Gara» el 1 de diciembre de 2004 bajo el título «El escudo» «rebasan ampliamente» los límites del derecho a la libertad de expresión por cuanto suponen graves amenazas dirigidas contra varias personas. Este es el criterio con el que la Fiscalía se ha opuesto al recurso de amparo que el preso etarra ha presentado ante el Tribunal Constitucional, criterio que sirve para avalar la condena a 3 años de prisión dictada por el Tribunal Supremo el pasado mes de febrero.
Dos fueron las estrategias empleadas por el terrorista para eludir la prisión tras serle impuesta esta condena, que quedó reducida a 3 años tras revocar el Supremo la sentencia de la Audiencia Nacional que le imponía 12 años y 7 meses de cárcel. De hecho, esta pena es la última que le resta por cumplir a De Juana, quien ya ha obtenido el licenciamiento definitivo de todas las que acumuló por la veintena de asesinatos que se le atribuyen y por los que fue condenado.
Una de las estrategias de De Juana ha sido la de los recursos, con los que ha llegado hasta el Constitucional. La otra, la del chantaje y la presión política mediante la huelga de hambre -en plena negociación Gobierno-ETA- con la que logró salir de la cárcel para ser tratado en un hospital de San Sebastián. Los «privilegios» de De Juana -su polémica excarcelación fue ampliamente discutida desde el punto de vista legal y jurídico- se terminaron con la declaración de ETA de ruptura del «alto el fuego» en un comunicado muy posterior al atentado mortal de la T4, anticipo práctico de las verdaderas intenciones de la banda.
Ahora, cuando el terrorista está de nuevo en la cárcel y le quedan apenas unos meses para ser puesto en libertad, la última palabra la tiene el TC. En el informe elevado al Tribunal, la Fiscalía cree que la condena de De Juana por un delito de amenazas está plenamente justificada pues las advertencias que el etarra hace en su artículo no se refieren a daños que supongan infracciones penales «leves» (simples faltas) sino «gravísimas intimidaciones frente a bienes jurídicos de enorme entidad, como la vida y la integridad física».
Por esta razón, el fiscal ante el TC cree que las expresiones del etarra no pueden entenderse como un inofensivo instrumento para la formación de la opinión pública ni interpretarse, como pretende la defensa en su recurso, como «simples metáforas». En el artículo, advertía a jueces, políticos y funcionarios de prisiones que debían sacar «sus sucias manos de Euskal Herria» si no querían emprender un camino que «sólo implica más sufrimiento.
Etarra detenido
Mientras, la Policía francesa detuvo ayer en Hendaya a Juan Carlos Iriarte Pérez, uno de los presuntos intermediarios del aparato de extorsión de ETA desarticulado en 2006

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abc.es