26 septiembre 2007

Valladolid tendrá un centro para que los reclusos de tercer grado no tengan que ir a dormir a la prisión
Gallizo inaugura la nueva sala de visitas para familiares de los internos

Mercedes Gallizo. / EFE
La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, inauguró ayer una sala de visitas del Centro Penitenciario de Valladolid, que evitará que los familiares de los reclusos tengan que aguardar a la intemperie, sufriendo las inclemencias del tiempo, antes de poder acceder al recinto. Esta nueva sala, que ha costado unos 86.000 euros (sin incluir el equipamiento), cuenta con aseos y taquillas y estará amueblada con asientos. Gallizo, que estuvo acompañada por el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Cecilio Vadillo, y por el director del centro penitenciario, Carlos Blanco, destacó que de esta forma se corrige «una de las carencias históricas que se arrastran en este centro por la escasez de inversiones de etapas anteriores».También anunció que Valladolid contará el próximo año con un Centro de Inserción Social (CIS) de reclusos, que permitirá a quienes están cumpliendo la última fase de su condena en régimen abierto o penas privativas de libertad durante los fines de semana, no tener que desplazarse hasta la prisión para pernoctar. «Esto ya está aprobado -señaló- y, por lo que yo sé, ya existe localización de terrenos. A medida que se vayan desarrollando los planes urbanísticos, imprescindibles para ordenar y organizar la obra, comenzará la construcción, que espero se pueda concluir a lo largo del año próximo»
Fuentes del centro penitenciaron explicaron que, aunque ya hay una partida presupuestaria para el nuevo CIS de Valladolid (se creará uno en cada capital de provincia), aún no está decidida cuál será su ubicación definitiva. La opción más económica y de ejecución más rápida, sería la cesión de un edificio público para este fin, decisión que no depende de Instituciones Penitenciarias sino de la Dirección General del Patrimonio del Estado del Ministerio de Economía y Hacienda. O bien, si eso no fuera posible, la construcción de uno nuevo en algún terreno disponible de la capital.
Gallizo también destacó la apuesta por el programa de prevención de la violencia de género y el tratamiento de las personas condenadas por estos delitos, «en el que participan hombres y mujeres». Estos programas cuentan con el apoyo de psicólogos y trabajadores sociales para tratar de modificar las conductas de los agresores y reducir los índices de reincidencia.
Terapia con perros
Carlos Blanco informó de que en breve se pondrá en marcha el programa de terapia con perros para presos discapacitados (sobre todo, con discapacidad mental). De hecho, ya ha llegado la pareja de perros que estos reclusos se encargarán de criar y cuidar para estimular su afectividad y responsabilidad, y favorecer de paso su reinserción. En estos momentos hay 526 reclusos cumpliendo condena en este centro, de los que unos 480 son internos presentes y el resto está en tercer grado, secciones abiertas, unidades dependientes o comunidades terapéuticas. El director señaló que aunque el 75% comparte celda, es «un porcentaje de sobreocupación asumible

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