Interior agrupa a tres parejas de etarras en Picassent a las que se otorga trato de favor

Instituciones Penitenciarias ya reunió a dos terroristas para que se casaran en Picassent
"Su actitud es desafiante con los funcionarios. Es como una herriko taberna"
La política del Ministerio del Interior para agrupar a etarras unidos sentimentalmente no ha pasado inadvertida en la cárcel de Valencia, en Picassent, como tampoco lo ha hecho el presunto trato de favor a los internos por parte de la dirección del centro, especialmente a Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi.
El histórico de la banda terrorista está en Picassent desde el 3 de junio, cuando fue trasladado desde Villena por el nacimiento de su hija en común con Nagore Múgica, en Valencia desde abril.
Según ha podido saber EL MUNDO, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha reunido en la prisión a tres parejas y no es la primera vez que esto sucede.
Hace varios años, hizo coincidir a los dos etarras Idoia López Riaño y Juan Ramón Rojo González para que contrajeran matrimonio.
Fuentes penitenciarias denuncian tratamiento 'a la carta' por parte de la Dirección del penal y, para respaldar sus acusaciones, enumeran una serie de privilegios que, entre otras cosas, permite a los seis terroristas que cumplen condena compartir una vez a la semana una sala para comunicarse.
Según revelan las mismas fuentes, el director del centro autorizó hace dos semanas un 'vis à vis' de dos horas a Gadafi y Nagore Múgica saltándose el reglamento vigente. Además, desde Picassent denuncian que el interno recibe "casi a diario" la vista del equipo de tratamiento en su celda algo que, insisten, "no se hace con el resto de presos".
Los dos etarras volvieron a encontrarse en Picassent el pasado día 3 de junio, después de que a mediados de abril Múgica fuera trasladada a este penal desde el centro penitenciario Alicante II, en Villena, donde cumplía condena junto a Gadafi y donde concibieron a su hija.
Su último contacto en la cárcel alicantina también se produjo al margen de la ley, tal como denunciaron en su momento desde la prisión. El nacimiento de la niña, el 23 de mayo, posibilitó su encuentro en Valencia dos meses después. Era la tercera pareja sentimental que se reencontraba en Picassent.
El 18 de junio, precisaron las mismas fuentes, ambos tenían autorizado un vis à vis íntimo, que se realiza una vez al mes. El reglamento vigente establece que en este tipo de encuentros, los padres no pueden llevar a sus hijos.
Nagore Múgica, según aseguran las mismas fuentes, cursó una instancia al director de la cárcel para que la autorizara a llevar a su hija argumentando que la niña todavía no tenía regularizada las tomas de pecho. Era la segunda vez en dos meses que a ambos etarras se les permitía bordear la ley. "Esa petición nunca se ha autorizado a ninguna otra interna", apuntaron.
"En cualquier vis à vis está totalmente prohibido que los padres lleven a sus hijos. Las madres dejan a los niños con otras internas hasta que se cumplen las dos horas. Con estos internos no fue así", reivindicaron las mismas fuentes.
Actitud desafiante con los funcionarios
Sin embargo, la cadena de irregularidades va más allá, tal como denuncian fuentes penitenciarias. Los martes por la tarde, Gadafi y Múgica comunican con su hija en el polideportivo del centro. Pero es que, junto a ellos, lo hacen las otras dos parejas formadas por Alaitz Iturrioz Garmendia e Ibon Urrestarazu Esnaola y Cristina Gete Echevarría y Jesús María Lombide Lorente.
Pero lo peor, indican, es la "actitud desafiante que mantienen con los funcionarios". "Tienen una actitud provocadora y el ambiente que hay es el propio de cualquier herriko taberna del País Vasco", explican.
"Pese a la teórica dispersión de los internos de la banda terrorista por las diversas prisiones, en la actualidad nos encontramos con que se está trasladando a la misma prisión a aquellos internos que manifiestan tener una relación sentimental", denunciaron.
"Estos internos no sólo se burlan del sistema penitenciario y judicial, sino que además se les traslada para que realicen comunicaciones con cargo a los impuestos de todos", concluyeron las mismas fuentes.

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elmundo.es