25 noviembre 2008

Las dos reclusas que secuestraron durante horas a una funcionaria de prisiones de La Torrecica, el pasado 3 de febrero de 2007, se sentarán en el banquillo de los acusados de la sección 2ª de la Audiencia Provincial mañana miércoles, para enfrentarse a más de 21 años de prisión, por los delitos de atentado contra agente de la autoridad, detención ilegal, robo con violencia, lesiones, quebrantamiento de condena y obstrucción a la justicia, además de dos faltas.
Además, el fiscal solicita indemnizaciones de 2.500 y 10.000 euros por las lesiones y secuelas ocasionadas a la funcionaria, a la que no se podrán acercar en 5 años.
Los hechos se produjeron sobre las 20:15 horas del citado día, cuando las dos acusadas, junto con otra interna solicitaron a la funcionaria de servicio, en la zona común de recreo, quedarse hasta las 20:45, jugando al parchís, algo a lo que accedió la funcionaria, sin saber que no era más que un pretexto, para una vez solas abalanzarse sobre la misma esgrimiendo una rasera metálica y un cazo.
El secuestro
Tras desplazarse a la oficina bajo amenazas, se apoderaron de unas tijeras, tras lo cual arrancaron el cable del teléfono, con la que ataron a la funcionaria, amordazándola con un trozo de sábana.
Con amenazas de muerte a ella y a su hijo, la conminaron a entregar las llaves del recinto y de su coche y al no tenerlas, comenzaron a forzar las taquillas del vestuario, apoderándose del móvil del funcionario, con el que llamaron al exterior varias veces.
Después se dirigieron al economato, al que entraron quitándole la llave a la funcionaria y exigiendo a otra reclusa que les entregara la suya. Tras hacerse con varias tarjetas telefónicas y tabaco encerraron allí a la funcionaria y se trasladaron, con otra reclusa, al patio con una mesa para intentar escalar el muro y al no lograrlo, regresaron por la funcionaria a la que tomaron como rehén para escapar, aunque no lo lograron.
Como consecuencia de los hechos, la funcionaria resultó lesionada con escoriaciones lineales en ambas muñecas, contusión en la última falange y erosión interfalángica en el 5º dedo de la mano izquierda, rotura de dos uñas, eritema en el mentón, escoriaciones en zona dorsolumbar, labial, muslo izquierdo, contractura cervical y otras, quedándole como secuelas una cervicalgia con mareos y un cuadro de ansiedad.
Al día siguiente, una de las acusadas, gritó e insultó al director médico, funcionarios e internos, en términos amenazantes. El día 5, ambas acusadas se dirigieron a dos reclusas amenazándolas «putas, como cantéis la verdad os matamos, iremos a vuestra celda y os vamos a señalar la cara».

noticia publicada en:
la verdad.es