El CSIF dice que la masificación de la prisión afecta al módulo 7
El director afirma que el módulo 6, uno de los dos más conflictivos, está cerrado por reforma y que los presos trasladados al terapéutico cumplen tercer grado
El sindicato de Prisiones de CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) denunció ayer masificación en la prisión de Botafuegos. Su responsable regional, Julia Soto, que calificó de "caótica" la situación, dijo que esto ha obligado a trasladar a presos de otros departamentos al módulo 7, terapéutico y de respeto.
Según la sindicalista, eso hace que los objetivos de este módulo, donde los internos se comprometen a cumplir una serie de normas como requisito básico para su incorporación, se desvirtúen. Soto añadió que la pasada semana había más de 1.800 internos en una prisión que hace nueve años se abrió con 500 trabajadores para 1.008 personas "y el problema es que la plantilla no crece en función de la población reclusa".
La responsable de CSIF-Prisiones resaltó que la masificación de las cárceles, y no sólo la de Algeciras, dificulta la clasificación a la que se deben someter los reclusos para su tratamiento y la prisión "se convierte en un almacén".
Las denuncias del sindicato fueron matizadas por el director del centro de Botafuegos, Francisco Márquez Salaberri, quien si bien reconoció que sigue habiendo muchos internos, dijo que en los últimos días se había rebajado la cifra hasta los 1.785 y que confiaba en que en breve se pueda realizar una conducción de unos 60 internos hasta al prisión de Morón, donde hay 500 reclusos y están pendientes de que se incorporen 102 funcionarios interinos.
Respecto a la situación del módulo 7, Márquez Salaberri explicó que actualmente además de los 63 internos adscritos al módulo de respeto y terapéutico también se han incorporado otros 24 procedentes del módulo 14 y que están en régimen de tercer grado. "Son presos que no tienen trabajo pero que salen a la calle los fines de semana y a los que hemos aplicado el programa de respeto y es un módulo que va más en congruencia con estos internos de tercer grado". El director añadió que los trabajos y talleres en este módulo se desarrollan con normalidad.
Márquez Salaberri explicó que en diciembre se cerró el módulo seis para su adecentamiento. Desde entonces, los internos comparten espacio con los del cinco (117 en total). Ambos se destinan a los internos más conflictivos. "Las condiciones del módulo eran indignas y no se había tocado desde que se inauguró el centro". Unas obras que el director confió en que terminen en unas dos semanas. Después se arreglará el cinco y se hará lo mismo con sus internos. El responsable del centro puntualizó además que de los 1.785 presos, 53 están de permiso, 5 en el hospital, 41 trabajan en el exterior en régimen de tercer grado, 40 en comunidades terapéuticas y 29 están relacionados con medios telemáticos.
noticia publicada en:
europasur.es
Según la sindicalista, eso hace que los objetivos de este módulo, donde los internos se comprometen a cumplir una serie de normas como requisito básico para su incorporación, se desvirtúen. Soto añadió que la pasada semana había más de 1.800 internos en una prisión que hace nueve años se abrió con 500 trabajadores para 1.008 personas "y el problema es que la plantilla no crece en función de la población reclusa".
La responsable de CSIF-Prisiones resaltó que la masificación de las cárceles, y no sólo la de Algeciras, dificulta la clasificación a la que se deben someter los reclusos para su tratamiento y la prisión "se convierte en un almacén".
Las denuncias del sindicato fueron matizadas por el director del centro de Botafuegos, Francisco Márquez Salaberri, quien si bien reconoció que sigue habiendo muchos internos, dijo que en los últimos días se había rebajado la cifra hasta los 1.785 y que confiaba en que en breve se pueda realizar una conducción de unos 60 internos hasta al prisión de Morón, donde hay 500 reclusos y están pendientes de que se incorporen 102 funcionarios interinos.
Respecto a la situación del módulo 7, Márquez Salaberri explicó que actualmente además de los 63 internos adscritos al módulo de respeto y terapéutico también se han incorporado otros 24 procedentes del módulo 14 y que están en régimen de tercer grado. "Son presos que no tienen trabajo pero que salen a la calle los fines de semana y a los que hemos aplicado el programa de respeto y es un módulo que va más en congruencia con estos internos de tercer grado". El director añadió que los trabajos y talleres en este módulo se desarrollan con normalidad.
Márquez Salaberri explicó que en diciembre se cerró el módulo seis para su adecentamiento. Desde entonces, los internos comparten espacio con los del cinco (117 en total). Ambos se destinan a los internos más conflictivos. "Las condiciones del módulo eran indignas y no se había tocado desde que se inauguró el centro". Unas obras que el director confió en que terminen en unas dos semanas. Después se arreglará el cinco y se hará lo mismo con sus internos. El responsable del centro puntualizó además que de los 1.785 presos, 53 están de permiso, 5 en el hospital, 41 trabajan en el exterior en régimen de tercer grado, 40 en comunidades terapéuticas y 29 están relacionados con medios telemáticos.
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