31 enero 2006

CSI-CSIF revela que un preso agredió a un funcionario en la cárcel de Jaén tras negarse a bajar al patio






Redacción / EP

La sección sindical de CSI-CSIF en el centro penitenciario de Jaén reveló hoy que un funcionario fue agredido el pasado fin de semana por un interno después de que supuestamente éste se negase a abandonar su celda para salir al patio.


En declaraciones a Europa Press, el delegado de CSI-CSIF en la prisión jiennense, Miguel Angel Rojas, explicó que el funcionario había iniciado una inspección rutinaria por las celdas para verificar que todos los presos habían salido de ellas para bajar al patio.


Durante ese proceso, se encontró con uno de los internos oculto en su celda y que se negaba a abandonarla a pesar de los requerimientos del funcionario, que en ese momento fue presuntamente asaltado por el preso, quien le agredió con las manos causándole "graves daños" en un ojo, así como una fisura en un dedo de la mano.


El interno, que tuvo que ser reducido inmediatamente por otros funcionarios, podría pasar a ser catalogado como recluso FIES (Fichero Interno de Especial Seguimiento) tras este incidente. Por su parte, el funcionario fue atendido de sus heridas en un centro hospitalario y se encuentra actualmente de baja.


CSI-CSIF dio a conocer este suceso tras expresar su "más enérgica repulsa" ante los hechos acaecidos en el Centro Penitenciario de El Acebuche (Almería), donde un funcionario fue agredido por un interno.


El sindicato criticó la "pasividad" de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias ante las peticiones realizadas por los trabajadores de este centro en relación a la necesidad de acometer reformas integrales para mejorar las medidas de seguridad.


Rojas advirtió de que "la masificación en las prisiones y la falta de personal" está produciendo "una bajada de la seguridad" y puso como ejemplo la situación de la prisión de Jaén, donde hay "en torno a 730 internos, casi el doble" de la capacidad prevista.


El delegado sindical señaló que los módulos están "abarrotados de gente" mientras que el número de funcionarios se mantiene, lo que "crea mucha conflictividad" y hace que la seguridad sea "prácticamente nula". "Se están dando cada vez más casos de peligrosidad y no se ha adoptado ninguna solución urgente", agregó.


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SIGLO XXI