03 diciembre 2007

«La droga es el origen de la mayoría de los conflictos dentro de la cárcel»
E. V.
VALENCIA. «La situación de las cárceles de la Comunidad Valenciana es insostenible», ésta es la primera idea que refleja uno de los aproximadamente mil funcionarios que trabajan en el centro penitenciario de Picassent y que prefiere mantener el anonimato.
¿Qué pasa en el «talego»? Para responder a esta pregunta el funcionario explica que uno de los grandes lacras que afectan a las prisiones es la droga.
«Su entrada es evidente en todas las cárceles, ya que los presos siempre se valen de métodos para poder acceder a ella. Sin duda, la droga está en el origen de la mayoría de los conflictos que acontecen en las cárceles».
¿Cómo se podrían mejorar las medidas de seguridad? En este punto el funcionario de prisiones del centro valenciano -presente en la cárcel el día del motín, «hubo mucha confusión»- hace hincapié en la necesidad de aumentar sobremanera el número de efectivos dentro de los módulos. «No es normal que un módulo, donde suele haber 150 presos, esté controlado por dos funcionarios, lo lógico sería contar con ocho o diez funcionarios por módulo. Si hay siete pegándose tú no vas a entrar solo para separar. A ello hay que sumar el trabajo de oficina».
Este trabajador de Picassent explica que existen medios coercitivos regulados por Reglamento pero no se tienen a disposición inmediata, salvo en los módulos de aislamiento -donde se encuentran los reclusos que han protagonizado mal comportamiento-.
«Las porras de goma deben ser autorizadas por los jefes de servicio».
La oposición para convertirse en funcionario de prisiones exige el Bachillerato aunque en los últimos años el nivel de titulación universitaria ha crecido -Magisterio, Psicología o Derecho, principalmente-. Los turnos de son de tres días de trabajo y cinco de libranza (uno de los grandes atractivos según reconocen).
Otra de las reclamaciones de los funcionarios es la mala imagen que se tiene de esta profesión, «una idea influenciada por las películas, sobre todo estadounidenses, donde la ficción no tiene nada que ver con la realidad».

noticia publicada en:
ABC.es