Cae la directora de Tenerife II

Madrid destituye a la responsable de la cárcel, quien estos días ha anunciado su marcha a los funcionarios. La gestión de Ana Isabel Serrano, que llevaba dos años y medio en el cargo, ha sido polémica

Santa Cruz, 29 Mayo, 2008
Su gestión ha sido tan polémica que, en cierto modo, la noticia se esperaba. La Dirección General de Prisiones ha destituido a la directora del centro penitenciario Tenerife II, Ana Isabel Serrano, tras dos años y medio en el cargo.
Ella misma ha anunciado estos días su marcha a varios funcionarios de la cárcel ubicada en La Esperanza, dentro del municipio de El Rosario. Aún se desconoce el nombre de la persona que la sustituirá.
El paso de Serrano por el centro tinerfeño, al que llegó en noviembre de 2005, no ha sido precisamente un camino de rosas.
Según recordaron a este digital fuentes cercanas a la prisión, la directora ha tomado decisiones que no han agradado a los funcionarios, quienes, a través de los sindicatos, se han quejado varias veces de su falta de experiencia y su ineptitud en la gestión.
En resumen, la acusan de no haber sabido manejar con eficiencia una de cárceles más masificadas de España: acoge a unos 1.500 presos cuando en realidad sólo tiene capacidad para algo más de 700.
Conviene recordar que a principios del pasado marzo, un poco antes de las elecciones generales, los funcionarios de Tenerife II protagonizaron varias concentraciones a las puertas del centro.
Las protestas se convocaron unos días después de que un interno agrediera a un par de trabajadores, incidente que no fue el único durante el mandato de Serrano.
En este digital dimos cuenta de una de esas manifestaciones. La noticia (de la que también ponemos un enlace al final de este texto) va acompañada de un vídeo en el que se escucha con claridad la petición de dimisión de la directora.
En esas fechas también se conoció, a través de los medios de comunicación, que un funcionario había interpuesto una querella criminal contra Serrano. El interesado, según el texto de la denuncia, había recibido en julio de 2006 una brutal paliza de un preso peligroso que debía estar cumpliendo una sanción de aislamiento.
El interno fue condenado por eso pero al trabajador le quedaron unas secuelas físicas que le han impedido recuperar su vida laboral.
En la querella acusaba a la directora de un presunto delito de prevaricación, falsedad en documentos oficiales y negligencia grave con resultado de lesiones.
Posiblemente, ésa y otras razones han motivado la decisión de Madrid de destituir a la máxima responsable de Tenerife II.

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loquepasaenTenerife.com