29 mayo 2008

Trato de favor a De Juana Chaos
disfruta de una celda individual en un módulo reservado

José Ignacio de Juana Chaos disfruta de un trato especial en la prisión madrileña de Aranjuez.
Autor de 25 asesinatos y condenado a tres años por un delito de amenazas, el etarra, que quedará en libertad el próximo 2 de agosto, dispone de una celda individual ubicada en un módulo reservado exclusivamente a toxicómanos que reciben tratamiento con metadona, y que no sufre la masificación que sí afecta al resto del centro penitenciario.
La cárcel de Aranjuez tiene capacidad para un millar de reclusos, pero en la actualidad hay casi 1.700 cumpliendo condena firme o en prisión preventiva.
La inmensa mayoría de ellos se hacina en celdas diseñadas para alojar a un solo individuo, pero que, debido a la masificación del centro penitenciario, albergan a dos internos cada una.
De Juana Chaos, sin embargo, no padece ese inconveniente, ya que ocupa una celda individual, situada en el módulo 3 de la prisión, conocido como módulo terapéutico o libre de drogas.
Este módulo está reservado a presos toxicómanos que, a cambio de comprometerse a dejar las drogas, reciben un tratamiento de desintoxicación a base de metadona y otras sustancias.
Actualmente hay 88 internos en el módulo terapéutico, entre ellos De Juana Chaos, pese a que no es drogodependiente. Y todos, incluido el etarra, disponen de celda individual. "Este es el módulo menos conflictivo y el más confortable, porque los internos que se apuntan voluntariamente al programa de desintoxicación suelen ser más disciplinados, y además no sufren el estrés que provoca la masificación de los otros módulos", aseguran fuentes de la prisión de Aranjuez.
De Juana cumplió en 2005 su condena de más de 3.000 años -de los que apenas estuvo 20 entre rejas- por el asesinato de 25 personas.
Pero no quedó en libertad, porque fue procesado nuevamente por dos artículos publicados en el diario proetarra Gara en los que amenazaba a jueces y funcionarios de prisiones, por lo que fue condenado a tres años más de prisión.
Esta segunda condena provocó la protesta del etarra, materializada en una huelga de hambre que prolongó durante más de 100 días. El Ministerio del Interior decidió entonces trasladarlo desde la cárcel de Aranjuez al hospital Doce de Octubre, donde recibió alimentación forzosa. Posteriormente, el 1 de marzo de 2007, le concedió el régimen de prisión atenuada por "motivos humanitarios" y autorizó su ingreso en el hospital Donosti de San Sebastián.
Pero tras la ruptura de la tregua por parte de ETA, en junio del año pasado, el Gobierno le envió de nuevo a prisión.
Un portavoz de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, que dirige Mercedes Gallizo, confirmó ayer a El Confidencial que De Juana Chaos apura sus últimas semanas de condena en una celda individual del módulo libre de drogas de la prisión de Aranjuez. El citado portavoz justificó el trato especial que recibe el etarra en la "sobreocupación" de las cárceles españolas y la "necesidad de nuevas plazas", que impide, a su juicio, una "distribución más especializada" de los reclusos en el interior de las prisiones.

De Juana Chaos, según las mismas fuentes, ya se ha recuperado de las graves secuelas físicas que le dejó la huelga de hambre, entre ellas una considerable pérdida de musculatura, aunque continúa haciendo ejercicios de rehabilitación en el gimnasio de la cárcel.
Hace ahora casi un año, el etarra fue nuevamente trasladado desde Aranjuez al hospital madrileño Doce de Octubre por un empeoramiento de su estado de salud provocado por las dos intervenciones quirúrgicas que se le practicaron en el hospital Donosti.
Tras ser operado de hemorroides en el centro sanitario de San Sebastián, De Juana sufrió hemorragias anales, fiebre muy alta e infección intestinal, y tuvo que recibir varias transfusiones de sangre.
El terrorista, en cuyo historial delictivo figuran atentados tan brutales como el cometido el 14 de julio de 1986 por el comando Madrid, en el que murieron doce guardias civiles al estallar un coche bomba en la plaza de la República Dominicana de Madrid, apenas se relaciona con los demás presos de la cárcel de Aranjuez, aunque suele participar en algunas de las actividades del centro penitenciario, sobre todo la proyección de películas en el cine de la prisión, según las fuentes consultadas.
Además, está autorizado a recibir dos visitas al mes: una de sus familiares, en una sala habilitada para estos encuentros, y otra de su mujer, Irati Aranzábal, en una dependencia más íntima. De Juana y Aranzábal se casaron en la misma cárcel de Aranjuez el pasado 11 de febrero, un mes después de que el Tribunal Constitucional rechazara el recurso del etarra contra la sentencia que le condenó a tres años de prisión por los artículos publicados en Gara.

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el confidencial