22 julio 2008

Imputados dos presos por el asesinato de otro al que reclamaban 20 euros
Los testigos dijeron que el presunto autor le pidió el dinero prestado para tabaco.
La reconstrucción de la muerte de un preso ocurrida en la cárcel de Picassent el pasado mes de febrero dio como resultado la imputación de dos internos por un delito de asesinato, uno de ellos como autor y el otro como encubridor.
Al parecer, el móvil fue una deuda de 20 euros para comprar tabaco, según manifestó otro recluso, que era vecino de celda y pudo oír toda la conversación previa a la agresión.
Inicialmente, fuentes penitenciarias explicaron que se trató de una muerte accidental mientras ambos presos, considerados como no peligrosos, se encontraban en el patio haciendo deporte.
Pero el cuerpo encontrado en su celda con la puerta abierta tenía una herida de muerte en la axila, a la altura del corazón y, a su lado, se encontraba el arma homicida: la hoja de unas tijeras, más conocida como "pincho casero". Al parecer, un recluso entró en la celda de la víctima reclamándole una duda de 20 euros que el otro le debía por la compra de cigarrillos.
El aludido se levantó y, discutiendo, salieron al descansillo contiguo. Entonces, le pinchó debajo de la axila a la altura del corazón, según manifestó un testigo presencial.
Mientras esto ocurría, el compañero de celda de la víctima se encontraba dentro viendo la televisión y no llegó a ver el incidente ocurrido tras la discusión.
No obstante, el otro preso sí lo vio y entre éste y otro que salió al pasillo, levantaron a la víctima, que aún dio dos pasos por sí misma, hasta que se desplomó a la entrada de la celda. En ese momento, su compañero, que está imputado por un delito de encubrimiento, cogió una fregona y limpió el reguero de sangre. A continuación, también limpió la hoja de la tijera, poco antes de entregársela al funcionario que llegó primero al escuchar el altercado. "Esto es lo que he encontrado aquí", le explicó mientras lo recogía del suelo y se lo daba, según fuentes cercanas.
Este recluso ya no se encuentra en el centro penitenciario de Picassent, ya que estaba cumpliendo una pena de seis meses de prisión por un delito de malos tratos y le quedaban dos por cumplir. Además, no se han adoptado medidas cautelares contra él. El resto de testigos han sido trasladados a otras prisiones. El autor y algún testigo sí que estarían considerados como presos peligrosos y con numerosos antecedentes y han sido distribuidos por distintas cárceles.

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levante-emv.com