16 septiembre 2008

instituciones penintenciarias

Prisiones califica de aislado el caso del asesino de la pareja de Betanzos

La responsable de Instituciones Penitenciarias dice que hay cientos de presos que no reinciden tras cumplir su pena


La labor rehabilitadora que se está llevando a cabo en las cárceles españolas funciona. Lo hace pese a casos individuales de reincidentes como el presunto autor del doble crimen de Betanzos, Manuel Antonio Prado Riveiro, que tan solo unos meses después de cumplir su deuda con la Justicia por la muerte de un taxista en Ordes en 1999, volvió a matar, en esta ocasión a una pareja de Betanzos. Al menos así lo transmitió ayer en A Coruña la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, que participó en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre pedagogía en las cárceles. Gallizo reconoció el «fracaso individual» del sistema penitenciario en ese asunto, pero quiso dejar claro que frente a ese tipo de casos «hay cientos de personas que abandonan la cárcel después de cumplir su condena y no vuelven a cometer más delitos».

En este sentido, explicó que en un modelo penitenciario tan amplio como el español «es normal» que haya fracasos en personas que reinciden, pero ahondó en que prefería pensar en «los éxitos». Por ello, puntualizó que es noticia alguien «que vuelve a cometer un delito, pero no lo son los cientos que salen y no vuelven a cometerlos», y abogó por confiar en el trabajo del personal de Instituciones Penitenciarias.

Pero el crimen de Betanzos no es el único asunto que ha puesto en entredicho al modelo penitenciario en las últimas semanas. La fuga de la cárcel coruñesa de Teixeiro del abogado José Emilio Rodríguez Menéndez ocurrida hace un mes también ha puesto en tela de juicio la relación entre Instituciones Penitenciarias y el poder judicial. El abogado aprovechó un permiso concedido por el juez el pasado 18 de agosto, en contra de lo recomendado por la propia cárcel de Teixeiro, para abandonar España después de que una comisaría de Madrid le hiciera un nuevo pasaporte. El letrado cumplía condena por un delito contra la hacienda pública y por haber difundido un vídeo de carácter sexual. Pero esa no era la primera vez que la cárcel recomendaba no darle el permiso. Ya lo había hecho en mayo. Entonces la petición no prosperó.

«Nosotros cumplimos»

Aunque no entró a valorar la actitud del juez en ese caso, Gallizo resaltó que la junta de la prisión ya había advertido del «importante riesgo» que implicaba conceder ese favor. También recordó que el papel de las cárceles es «valorar qué pronóstico tiene un preso de reincidencia a la hora de conceder algún tipo de beneficio penitenciario. Lo hacemos con bastante rigor. Nosotros cumplimos nuestra tarea y los demás tienen también que cumplir la suya».

Gallizo insistió en que reincorporar a los presos que han cumplido condena a la vida normal es uno de los grandes retos del modelo penitenciario, y aseguró que las cárceles de Galicia están realizando un notable esfuerzo para rehabilitar a internos con problemas de drogas.

noticia publicada en:

lavozdegalicia.es