Suspendido un alto cargo de Villabona por hacerse con datos del islamista Bensmail
La Audiencia Nacional ha confirmado la suspensión de empleo y sueldo durante cinco meses a uno de los jefes de servicios de la prisión de Villabona, M. P. I., por apoderarse de una ficha en la que figuraban conversaciones telefónicas mantenidas por Abdelkrim Bensmail, considerado por la lucha antiterrorista como el lugarteniente de Allekema Lamari, jefe del grupo que perpetró los atentados del 11- M y que se suicidó en Leganés. La sentencia, de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional, confirma una previa del Juzgado central de lo Contencioso Administrativo número nueve, que consideró apropiado -incluso lo calificó de «magnánimo»- el castigo impuesto al trabajador por la dirección general de Instituciones Penitenciarias, según confirmaron fuentes de la Audiencia Nacional. M. P. I., ex presidente de la Junta de Personal de la Administración General del Estado en el Principado, está actualmente cumpliendo la sanción. El funcionario fue castigado por una falta grave de abuso de autoridad en el ejercicio de la función pública, recoge la sentencia. Según figura en el expediente disciplinario abierto por la dirección general de Instituciones Penitenciarias y se reproduce en el fallo dictado por la Audiencia Nacional, el 25 de octubre de 2004. M. P. I., que se encontraba libre de servicio, se adentró en la prisión de Villabona y se dirigió al módulo de aislamiento, donde había estado internado Abdelkrim Bensmail, condenado el mes de marzo a diez años de prisión en la sentencia dictada por la «operación Nova», que desarticuló una célula islamista que pretendía volar la Audiencia Nacional. Una vez allí, el delegado sindical se apoderó (sin tener autorización para ello) de la ficha en la que figuraban las llamadas telefónicas mantenidas por el islamista dentro de la prisión asturiana y se la llevó, sin dar ningún tipo de explicación al funcionario que se encontraba de servicio en ese momento. Estos hechos coincidieron en el tiempo con la investigación abierta en Villabona por Instituciones Penitenciarias en relación a filtraciones a la prensa de diversos informes y conversaciones sobre las posibles relaciones entre presos etarras e islamistas, explica la sentencia. El día 2 de noviembre de 2004, el periódico «El Mundo» publicó incluso un informe de 2001 elaborado en la cárcel asturiana en el que se afirmaba que Bensmail llamaba «hermano» al etarra Igarataundi Peñagaritano. «El País», según refleja la sentencia, publicó ese mismo 25 de octubre varias actuaciones protagonizadas por Abdelkrim. El expediente abierto por Instituciones Penitenciarias a M. P. I. no detalla qué hizo el funcionario con la ficha del islamista ni lo acusa de haber protagonizado las filtraciones, aunque este «clima de sospecha» que reinaba entonces pudo ser lo que llevó a los trabajadores que se percataron de lo sucedido a comunicarlo al funcionario que se encontraba a cargo de las incidencias del día. La ficha fue encontrada posteriormente, durante el turno de tarde, dentro de la misma prisión, aunque en un departamento diferente al de aislamiento, concretamente en jefatura de centro. Por su parte, M. P. I. alegó en su defensa que había actuado en calidad de representante sindical de los trabajadores y no como funcionario. La dirección general de Instituciones Penitenciarias fue clara: «La libertad sindical -sentencia- no puede constituir patente de corso para, en su nombre, hacer lo que venga en gana». El informe añadía que el funcionario «no realizó ninguna función sindical» en el lugar de los hechos. Según la sentencia ahora corroborada por la Audiencia Nacional, la versión dada por el funcionario fue «inverosímil». La sentencia del Juzgado central de lo Contencioso número nueve, concluye afirmando que la sanción impuesta fue generosa, «dada la gravedad de los hechos».
Noticia publicada en lne.es
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