02 abril 2009

Instituciones Penitenciarias autoriza mover presos a otras cárceles por el hacinamiento
La Dirección de la prisión de pamplona ha solicitado el traslado de 30 internos
La Junta de Tratamiento analiza los casos de reclusos con menos arraigo en la ciudad y que ya hayan sido juzgados

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Vista exterior del acceso principal a la cárcel de Pamplona.Foto: oskar montero

pamplona. La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha autorizado, a instancias de la dirección de la cárcel de Pamplona, realizar los primeros traslados de reclusos a otras prisiones situadas en el entorno de la Comunidad Foral para aliviar de ese modo la masificación que sufre el centro de la capital navarra. La solicitud desde Pamplona se ha cifrado en el cambio de alojamiento de una treintena de presos, lo que dejaría la población reclusa en Navarra en torno a los 260 internos.

Las primeras conducciones de reclusos se produjeron a finales de la semana pasada y tuvieron como destino principal la cárcel de Zaragoza, aunque otros centros como los de Vitoria, San Sebastián o Logroño también pueden ser designados por Instituciones Penitenciarias para asumir a otros reclusos procedentes de Pamplona.

La Junta de Tratamiento de la cárcel pamplonesa, órgano que aglutina a los diferentes agentes implicados en la reinserción de los presos y en su seguimiento (educador, jurista, psicólogo, trabajador social), además de al director y al subdirector de Tratamiento, es la encargada de analizar cada uno de los casos susceptibles de ser movido a otra prisión.

El criterio principal es el nivel de arraigo que los reclusos tienen en Pamplona: aquellos casos donde sea inexistente o de menor relevancia, tendrán más posibilidades de ser trasladados fuera de Navarra. No obstante, otra de las variables que se analiza es la situación penitenciaria del preso, si se encuentra en prisión preventiva a la espera de juicio o está cumpliendo una pena.

Según indicaron fuentes del centro, los expedientes están siendo "mirados con lupa" para evitar agravios comparativos, ya que aunque la ocupación de extranjeros es importante, la mayoría tiene alguna relación con personas que residen en Pamplona, o en su defecto, en otras localidades navarras.

Las directrices de Instituciones Penitenciarias son, en cualquier caso, realizar los traslados de los internos a centro que se sitúen a menos de 200 kilómetros de la cárcel Pamplona. En este caso, los posibles destinos son la cárcel de Zuera en Zaragoza (con capacidad para más de 2.000 reclusos), la de Nanclares en Vitoria, la de Martutene en San Sebastián o la de Logroño.

Los trabajadores de la cárcel de Pamplona, representados por los sindicatos ACAIP (Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias) y CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios), alertaron a principios de la semana pasada sobre la situación límite a la que se enfrentaba el centro al albergar casi 300 internos, lo que repercutía en un tratamiento deficitario de los mismos y en problemas de seguridad para los funcionarios.

El crecimiento en la población reclusa, advirtieron desde ACAIP, estaba teniendo lugar no sólo sin que se hubiese producido aumento alguno de la plantilla de trabajadores, sino sin que se hubiera "solucionado siquiera la permanente infracobertura de la Relación de Puestos de Trabajo del centro", con lo que la carga de trabajo se hace "difícilmente soportable para los trabajadores, por no hablar de la imposibilidad material de garantizar unas mínimas condiciones de seguridad y orden".

Ambas agrupaciones sindicales recordaron que mientras que en abril de 2008 denunciaron que se había alcanzado un récord de ocupación de 253 internos y se hacía muy difícil la gestión diaria de las actividades, con fecha 13 de marzo de 2009 y, "tras sucesivos récords en los últimos meses", el centro albergaba ya a 298 personas.

desde la insumisión Para encontrar el precedente más cercano de traslados de reclusos de Pamplona a otros centros por problemas de sobre ocupación hay que remontarse a los años 90, cuando el fenómeno insumiso estaba en pleno auge. Desde entonces, Instituciones Penitenciarias no se había visto obligada a mover a internos fuera de la capital navarra, a pesar de que ha habido otros momentos en los que su tasa de hacinamiento ha sido muy elevada.

Después de la denuncia que los sindicatos ACAIP y CSIF realizaron públicamente en abril del año pasado, Instituciones Penitenciarias sí efectuó varios traslados a otros centros, como el de Zaragoza, pero en aquella ocasión el motivo esgrimido fue la realización de unas obras de reacondicionamiento el interior en la prisión.

notivcia publicada en el:

el diario de Navarra