04 marzo 2009

La cárcel de Topas presenta una de las mayores tasas de hacinamiento de toda España
Con una capacidad para 1.008 internos, en la actualidad hay 1.780, lo que provoca constantes tensiones, como la reyerta de esta semana entre cien presos de dos bandas con varios heridos por arma blanca

04/03/2009
Interior de la cárcel de Topas

La macrocárcel de Topas, inaugurada el 15 de noviembre de 1995 por el ministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch fusionando las prisiones de Salamanca y Zamora, protagoniza la crónica de sucesos cada vez con más asiduidad. Y no por el mero hecho de ser una cárcel donde ingresan quienes han cometido algún delito, sino por la vulneración del Derecho que se produce en su propio interior.



La reyerta registrada en la tarde del lunes, con más de cien internos de dos bandas enfrentadas con armas blancas, la intervención de una veintena de funcionarios y varios heridos entre presidiarios y trabajadores de la cárcel, ha hecho saltar todas las alarmas. Sobre todo después de que recientemente un preso con problemas psíquicos intentara agredir a los médicos y en los últimos meses se hayan producido varias reyertas con 'pinchos' de por medio, la mayoría tras discusiones por el fútbol.



La cárcel de Topas presenta una de las mayores tasas de hacinamiento de toda España. Con una capacidad para 1.008 internos, en la actualidad hay 1.780 internos, siendo la segunda de Castilla y León, por detrás de Mansilla de las Mulas, en León, con la misma capacidad pero 1.860 personas en sus celdas, según un informe del sindicato Acaip. Y es que entre 2000 y 2008 el crecimiento del número de reclusos es del 83% en la región, superando claramente las plazas operativas y desbordando la actuación de los funcionarios penitenciarios. La situación se degrada por momentos y a ello contribuye la denuncia efectuada recientemente en Topas.

Los sindicatos Acaip, CCOO, UGT y CSIF del Centro Penitenciario de Topas han solicitado a través de una carta al ministro del Interior que se “estudie la utilización de parte del fondo especial del Estado para la el estímulo de la economía y el empleo, en el apartado de Centros Penitenciarios, para cambiar el actual sistema de apertura y cierre de celdas, por un nuevo sistema que corrija los graves fallos de seguridad que se vienen detectando”.

Tal y como recogieron en la misiva, los fallos que se producen en este sistema “suponen un gravísimo peligro tanto para trabajadores e internos, como para la seguridad del centro”, ya que informaron que “con frecuencia” se encuentran con puertas que no abren o cierran”, otras que se abren “por fallo del sistema” o que los internos puedan abrir las celdas de forma manual desde su interior.

Los sindicatos explicaron que “este extremo ha sido comprobado por el propio personal del centro” y como ejemplo citan que la última vez que ocurrió fue “el 24 de diciembre de 2008, en el módulo 3, que está ocupado por internos, que por su clasificación, requieren un mayor grado de control”. Según detallaron, “los trabajadores del centro comprobaron e informaron de que eran varias las celdas que podían abrirse simplemente empujando con la mano”.

Igualmente, denunciaron que “durante un tiempo en el que toda la población reclusa se encontraba en cierre de celdas durante la noche, se produjo la denuncia de intento de apertura de la celda de un interno, desde el exterior de la misma, por parte de otro interno, con intención de robarle o agredirle. Lo que implica que este interno logró salir de su celda, pese a estar cerrada y con los autómatas apagados”.

Asimismo, mostraron su malestar por “el hecho de que no se haya contado en ningún momento con los representantes sindicales del Centro a la hora de estudiar los posibles proyectos en los que utilizar estos fondos, dadas las necesidades del centro, que son muchas”.

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