Las cárceles tendrán equipos para fomentar lectura entre presos.
Los centros penitenciarios contarán con equipos de iniciación a la lectura para, según la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, acercar a 'los creadores y a sus palabras, como armas cargadas de futuro, a quienes están privados de libertad'.
Esa es la intención del convenio firmado esta mañana por los ministros del Interior y de Cultura, José Antonio Alonso y Carmen Calvo, respectivamente, en un acto que tuvo lugar en la prisión de Alcalá Meco (Madrid II), donde también inauguraron un mural que el artista donostiarra José María Moraza ha instalado en el muro exterior del centro penitenciario.
Para fomentar la lectura, el Ministerio de Cultura dotará a esos equipos de iniciación de lotes de libros y material del plan de fomento de la lectura, y colaborará con el personal experto en bibliotecas.
Además, Cultura facilitará encuentros de escritores y personas relevantes para el proyecto con los integrantes de estos equipos en las cárceles.
Mientras, Interior, a través de Prisiones, implicará a sus funcionarios y buscará la colaboración de las Comunidades Autónomas en las actividades de fomento de la lectura, en el ejercicio de las competencias que ejerzan en materia de educación y cultura.
Uno de los primeros libros con los que cuentan ya los presos en Alcalá Meco es 'Soldados de Salamina', de Javier Cercas. Es una contribución personal que ha querido realizar esta mañana José Antonio Alonso, quien animó a la lectura ya que 'nos ayuda y nos lleva a hacernos preguntas y esas nos llevan a otras y a veces a algunas respuestas, y permiten a los hombres ser libres'.
Carmen Calvo se mostró satisfecha por este convenio, insistió en que 'la libertad de la lectura no puede ser negada a nadie' y explicó que el Gobierno ha reactivado los planes de fomento de la lectura para 'llegar y ofrecer los libros a quienes tienen más dificultad para ello, como a los privados de libertad'.
'Un Estado interesado en la reinserción tiene la obligación de ofrecer libros', subrayó Calvo.
Para Mercedes Gallizo, 'la cultura nos permite entender mejor el mundo, entendernos mejor a nosotros mismos, nos hace pensar y disfrutar, imaginar, dudar; nos hace más libres'.
'La privación de libertad es una condena, sin embargo nos hemos empeñado en que también pueda ser una oportunidad para aprender a ver la vida de otra manera', indicó la directora de Prisiones.
Este convenio, según Gallizo, 'quiere reivindicar la capacidad de las letras y artes para cambiar limpiamente el mundo, para construir seres humanos libres y respetuosos de la libertad de los otros'Gallizo calificó la obra de José María Moraza de 'espléndida', un mural, con el título 'Símbolos para el Respeto', que se extiende a lo largo de 220 metros de muro.
En él se recogen diversas obras de Moraza, los tres primeros artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en diversos idiomas y unas palabras sobre cultura e integración que Carmen Calvo pronunció en un encuentro con ministros iberoamericanos.
Moraza, presidente de la Fundación Respeto, pretende trasladar el arte a lugares emblemáticos, donde las personas no pueden tener acceso a él.
Llevó su obra por primera vez hasta un centro penitenciario en 2004 en Martutene (San Sebastián); después trabajó en el hospital psiquiátrico penitenciario de Fontacalent (Alicante) y en las cárceles Madrid I y II y en total ha instalado más de 2.000 obras a lo largo de galerías, celdas y otros espacios comunes de estas prisiones.
Pero además, Moraza ha querido que los presos también se impliquen con el arte y ha trabajado con ellos en diferentes talleres, como lo ha hecho Sali, una monitora ocupacional, a la que también, al igual que los presos, dice, le 'ha sabido transmitir su vena artística'.
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