30 septiembre 2008



La Fiscalía cree que es «imprescindible» la construcción de nuevas prisiones para evitar el hacinamiento y considera que la pena de trabajos en beneficio de la comunidad impuesta de forma masiva incidirá «negativamente» pues plantea dificultades como una escasez de plazas para su cumplimiento. Menciona también el gran número de presos que alberga la cárcel de Murcia, que supera en mucho las plazas para las que fue concebida, lo que presenta problemas

Ésas son algunas cuestiones que apunta la Fiscalía General del Estado en la Memoria de 2007, en el apartado que hace referencia a Vigilancia Penitenciaria, en el que alude al «hacinamiento» en las cárceles. No obstante, en la Memoria se subraya que durante la segunda mitad del presente año se prevé la inauguración de tres infraestructuras penitenciarias importantes -la prisión de Morón de la Frontera, el CIS de Sevilla y una Unidad de Madres-, que sin embargo «pueden saturar» la actividad del Juzgado de Vigilancia y la Fiscalía .

La Fiscalía repasa la situación de las actuales cárceles y las futuras, y así se refiere a la recién inaugurada «Madrid VII» en la localidad madrileña de Estremera, que aumentará el número de internos en esa Comunidad Autónoma en aproximadamente un 2%o, ya que es una prisión con 1.080 celdas.

Destaca el número de reclusos en las cárceles madrileñas, que a finales de 2007 era de 8.713 internos, casi 500 más que en 2006; subraya el aumento de reclusos en más de un 12% en la prisión de Nanclares de Oca, y también las numerosas «disfunciones» que se han producido en Puerto III, cárcel inaugurada en 2007.

Menciona también el incremento de los internos en las prisiones gallegas en un 5,09% y la masificación de la prisión de Tenerife II, ya que en 2007 soportaba una cifra de presos -1.500- «desmedida y excesiva para sus disponibilidades».

La nueva cárcel de Pamplona, que estará operativa en 2011, cubrirá, según la Fiscalía , las necesidades penitenciarias en Navarra, mientras que en la prisión de San Sebastián, construida en 1948, continúan los «problemas típicos de su vetustez», lo que ha generado numerosas quejas.

Por otra parte, las distintas Fiscalías son unánimes al abordar las dificultades del cumplimiento de la pena de trabajos en beneficio de la comunidad en la actualidad.

El problema más grave en la ejecución de esta pena, según se refleja en la Memoria , es la falta de plazas para su cumplimiento, pero también el carácter voluntario de los trabajos, que da lugar a «frecuentes incumplimientos» porque el penado no acude al lugar de trabajo o no realiza las actividades asignadas, y la excesiva duración de algunas condenas impuestas.

La Fiscalía advierte de que si siguen aumentando las condenas en este tipo de penas aumentarán los incumplimientos.

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