MÁLAGA
Instituciones Penitenciarias envía a Morón de la Frontera a 50 presos que cumplían condena en Alhaurín de la Torre
En la cárcel de Alhaurín ya no cabe un alfiler. La prisión provincial ha superado holgadamente la barrera de los dos mil reclusos, lo que agrava aún más los problemas de saturación que arrastra desde hace más de un lustro. Para evitar que se llegue a una situación crítica, la Dirección General de Instituciones Penitenciaras ha procedido esta semana al traslado de 50 presos que cumplían condena en Alhaurín a la nueva cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla), inaugurada el pasado mes de julio.
Fuentes penitenciarias confirmaron a este periódico que para estos traslados se ha seguido un criterio de proximidad de los reos, es decir, se ha intentado acercar a sus lugares de origen a internos que estaban recluidos en Alhaurín de la Torre por causas judiciales que se han seguido en Málaga.
Aunque la medida ha permitido aliviar el hacinamiento existente en la prisión provincial, el vaso sigue estando lleno y a punto de rebosar. «El mismo día del traslado entraron en la cárcel de Alhaurín otros 14 reclusos que venían en conducción -estancias provisionales, generalmente para declarar en un juzgado malagueño-, además de los ingresos que hubo ese día», apuntan fuentes penitenciarias.
Dicho de otro modo, si en la última semana se alcanzó el récord de 2.054 internos, el envío de 50 reos a Morón de la Frontera no ha conseguido ni siquiera rebajar la población reclusa de dos mil internos, que en los últimos años ha sido la cifra de referencia que encendía todas las alarmas de saturación en la cárcel malagueña.
Dos presos por celda
La prisión de Alhaurín se creó con 837, aunque actualmente dispone de 909, ya que hace unos años se acometió una ampliación de habitación que aumentó ligeramente su capacidad. En ella trabajan unos 450 funcionarios.
Sin embargo, la ocupación de los últimos años está muy lejos de lo ideal. La población reclusa en Alhaurín es de 1.600 internos, lo que ha obligado a los responsables del centro a instalar dos camas por celda, lo que supone duplicar el número de reclusos por módulo. De momento, salvo circunstancias extraordinarias, aseguran que no se plantean incluir una tercera litera en algunas celdas, ya que aún no se ha llegado a ese extremo.
A estos 1.600 hay que sumar los más de 400 que duermen en la Sección Abierta del centro penitenciario, que también estaba pensada para unos doscientos. Ambas instalaciones trabajan actualmente al doble de su capacidad. La futura cárcel de Archidona, prevista para 2009, parece el único remedio definitivo.
noticia publicada en:
sur.es
Fuentes penitenciarias confirmaron a este periódico que para estos traslados se ha seguido un criterio de proximidad de los reos, es decir, se ha intentado acercar a sus lugares de origen a internos que estaban recluidos en Alhaurín de la Torre por causas judiciales que se han seguido en Málaga.
Aunque la medida ha permitido aliviar el hacinamiento existente en la prisión provincial, el vaso sigue estando lleno y a punto de rebosar. «El mismo día del traslado entraron en la cárcel de Alhaurín otros 14 reclusos que venían en conducción -estancias provisionales, generalmente para declarar en un juzgado malagueño-, además de los ingresos que hubo ese día», apuntan fuentes penitenciarias.
Dicho de otro modo, si en la última semana se alcanzó el récord de 2.054 internos, el envío de 50 reos a Morón de la Frontera no ha conseguido ni siquiera rebajar la población reclusa de dos mil internos, que en los últimos años ha sido la cifra de referencia que encendía todas las alarmas de saturación en la cárcel malagueña.
Dos presos por celda
La prisión de Alhaurín se creó con 837, aunque actualmente dispone de 909, ya que hace unos años se acometió una ampliación de habitación que aumentó ligeramente su capacidad. En ella trabajan unos 450 funcionarios.
Sin embargo, la ocupación de los últimos años está muy lejos de lo ideal. La población reclusa en Alhaurín es de 1.600 internos, lo que ha obligado a los responsables del centro a instalar dos camas por celda, lo que supone duplicar el número de reclusos por módulo. De momento, salvo circunstancias extraordinarias, aseguran que no se plantean incluir una tercera litera en algunas celdas, ya que aún no se ha llegado a ese extremo.
A estos 1.600 hay que sumar los más de 400 que duermen en la Sección Abierta del centro penitenciario, que también estaba pensada para unos doscientos. Ambas instalaciones trabajan actualmente al doble de su capacidad. La futura cárcel de Archidona, prevista para 2009, parece el único remedio definitivo.
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