08 enero 2010

Huelga en la cárcel de Teixeiro

El penal coruñés lleva tres días con el 70% de funcionarios de baja. Prisiones los amenaza con un expediente disciplinario y los sindicatos denuncian la "deficiente gestión" del equipo directivo

Sólo 13 de los 50 funcionarios que ayer tenían que ir a trabajar al penal de Teixeiro lo hicieron.
 El resto están de baja médica desde hace tres días.
 Una situación que ha obligado al traslado de dos inspectores de Madrid al penal para tratar de poner fin a esta huelga encubierta.
El motivo de la protesta tiene su origen en la intención de Prisiones de aplicar el lápiz óptico en las cárceles para controlar las guardias de los funcionarios. Pero esta no es la única razón.
Los trabajadores denuncian la "deficiente gestión" de la dirección del penal
 La prisión de Teixeiro lleva ya tres días con tan solo el 30% de funcionarios dedicados a la vigilancia de los reclusos. El resto están de baja médica.
 De los 50 funcionarios de interior que ayer tenían que ir a trabajar al penal coruñés, sólo lo hicieron 13. Entre ellos tuvieron que repartirse las guardias del día para atender a los más de 1.500 reclusos que cumplen condena en la cárcel de Curtis.
 Los sindicatos reconocen que se trata de una huelga encubierta por la "deficiente" gestión del equipo directivo del penal y el "endurecimiento" de las condiciones de trabajo de la plantilla y de las medidas de control de los funcionarios desde el encierro que mantuvieron el mes pasado los delegados sindicales en el despacho de la directora, Silvia Alonso.
Esta protesta ha obligado a doblar los turnos a los funcionarios que no secundaron la protesta y que además ha provocado la suspensión de las vacaciones y días libres de toda la plantilla.

Para intentar suplir este déficit de personal, la dirección del centro ha encomendado tareas de interior a funcionarios de la categoría V-2 -dedicados a centralita, controles de puertas o rastrillos-. Incluso ha ordenado al personal de oficina que se presente para cubrir los turnos de los funcionarios de interior de baja.
Para mediar en el conflicto y tratar de llegar a un acuerdo con los sindicatos, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ordenó el traslado de dos inspectores al penal coruñés.
Su primera medida, según denunciaron ayer las secciones sindicales de Acaip, CCOO, CIG, CSIF y UGT en Teixeiro, fue la de "amenazar" con un expediente disciplinario a los funcionarios de baja, además de "obligar a los compañeros que están trabajando a realizar servicios de 24 horas y exigirles que firmen un documento en el que se les notifica que tienen obligación de entrar nuevamente de servicio tras unas horas de descanso.
Aunque los representantes del departamento que dirige Mercedes Gallizo viajaron a Teixeiro para atender las quejas de los funcionarios por la orden de implantar el lápiz óptico en las prisiones españolas para hacer un seguimiento de cada guardia, fuentes sindicales aseguran que eso tan sólo es la "gota que colma el vaso".

"La protesta no es sólo por el lápiz óptico. Es por todos los problemas que arrastra el penal desde la llegada del nuevo equipo directivo", señalan desde el penal de Teixeiro.
 Entre los problemas que citan los funcionarios destacan tres: la falta de personal -una situación que afecta a todos los penales de España y que en el caso de Curtis se traduce en un funcionario por cada 140 reclusos-, el impago de la nocturnidad y al productividad a los funcionarios durante los últimos tres años y el "deficiente" tratamiento a los reclusos.
Según denuncian los sindicatos, desde que llegó la nueva directiva, con Silvia Alonso al frente, no hay ofertas de empleo para los presos en el penal, los permisos acumulan retrasos de hasta tres meses y las comunicaciones extraordinarias se deniegan. "Los presos no tienen alicientes y empiezan a estar hartos. Esto les lleva a preguntarse si vale de alto tener una buena conducta entre rejas o colaborar con los funcionarios", denuncian desde el centro penitenciario de A Coruña.
 A modo de ejemplo, ponen el caso de un recluso al que el pasado 26 de noviembre le fue concedido un permiso para disfrutar de las vacaciones de Navidad con la familia, y sin embargo este preso no salió del penal hasta el pasado 30 de diciembre.

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