Funcionarios de Teixeiro delegan tareas en presos para suplir la falta de personal
Una plantilla de 400 funcionarios para atender a más de 1.800 reclusos. La escasez de trabajadores y la masificación del penal llevó ayer a los delegados sindicales de la prisión coruñesa de Teixeiro a encerrarse durante todo el día en el despacho de la directora para presionar a Instituciones Penitenciarias para conseguir más medios y personal que garanticen la seguridad de internos y funcionarios. Los portavoces de los seis sindicatos con representación en el penal -CSIF, Acaip, CIG, USO, CCOO y UGT- coincidieron ayer en que se trata de una situación común a otras prisiones gallegas aunque, según explicaron, el caso de Teixeiro es el más sangrante ya que "se ha llegado a niveles" que superan por completo a los funcionarios.
La ajustada plantilla -unos 400 funcionarios de los que entre 200 y 250 se dedican a la vigilancia y custodia de los reclusos- unida al elevado número de presos que alberga el centro ha llevado a los funcionarios de prisiones a tener que "delegar" parte de sus tareas diarias en internos que "colaboran" de esta forma en el mantenimiento del penal. Así lo denunció ayer Pedro Vázquez, delegado sindical de la Agrupación de Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), que añadió que la plantilla de Teixeiro se encuentra "totalmente desbordada" pese a contar desde hace tiempo con el apoyo de algunos internos. En este sentido, denunció que aunque en la relación de puestos de trabajo del penal coruñés constan 61 plazas para personal laboral, sólo están cubiertas 24, una carencia que queda de manifiesto en el día a día y que explica, en su opinión, el aumento de las agresiones a funcionarios, cuatro sólo en el último año.
Ante situaciones cotidianas como una fuga de agua en una celda o cualquier otra avería, los funcionarios deben apoyarse en los presos, una contribución al funcionamiento de la cárcel que, según explica Juan Carlos Grande, del CSI-CSIF, "garantiza" el día a día del centro y además se ve recompensada con "beneficios" penitenciarios como permisos o acceder a ciertos privilegios en la cárcel.
En los últimos meses la plantilla del penal coruñés no sólo no se ha reforzado pese al aumento de presos sino que se ha reducido debido a la puesta en marcha el pasado verano del Centro de Inserción Social (CIS) de A Coruña para ayudar a reinsertar a presos en régimen abierto. Algunos funcionarios del centro penitenciario coruñés se marcharon para incorporarse a esta nueva institución, una fuga a la que se sumó, según denuncian los sindicatos, el traslado de 20 trabajadores más a otros penales.
Agotadas todas las vías "para evitar la confrontación", según precisó Grande, los trabajadores de la prisión optaron por el encierro para llamar la atención de la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, a quien responsabilizan de las carencias y los graves problemas que arrastran las prisiones de toda España. Un objetivo que aparentemente se cumplió a juzgar por la rápida respuesta que tuvieron las protestas de los funcionarios. Horas después de que los delegados se encerraran en la dirección del centro, un inspector de guardia enviado por Instituciones Penitenciarias se personó en Teixeiro para hablar con los trabajadores. Después de unas tres horas de reunión, los sindicatos informaron a través de un comunicado conjunto de que el inspector tomó nota de sus reivindicaciones -que calificó, según denunciaron, de "poco inteligentes tanto en el fondo como en la forma"- y prometió trasladar a Madrid la "problemática situación de Teixeiro" y la que se puede crear en el futuro si no se adoptan medidas. Asimismo, les emplazó a abandonar el encierro, aunque ayer los sindicatos se limitaron a confirmar que hoy volverán a estar en Teixeiro informando a los trabajadores.
El centro coruñés se diseñó en su día para albergar a 1.008 presos pero en la actualidad acoge ya a más de 1.800 y, según las previsiones, el próximo año alcanzará los 2.000 reclusos. La plantilla de funcionarios de Teixeiro, con todo, apenas ha sufrido variaciones y ni siquiera están cubiertos todos los puestos de trabajo. Por eso, y tras denunciar la actitud de Instituciones Penitenciarias y de la dirección de Teixeiro ante sus reivindicaciones, advirtieron de que el encierro de ayer será el "inicio" de todo un calendario de protestas para que se atiendan sus demandas. "Esto no ha hecho más que empezar", apuntó Pedro Vázquez, quien pronosticó un "conflicto largo".
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laopinioncoruña.es
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