26 febrero 2008

Comunidad Valenciana
Pinchos, móviles y todo tipo de drogas tras las rejas

Tras las rejas de la prisión prácticamente se puede encontrar de todo. Un pequeño mercado negro circula tras los muros de Picassent.
Desde el pasado mes de enero, se han decomisado 86 objetos prohibidos, entre ellos, pinchos, teléfonos móviles y todo tipo de sustancias estupefacientes.
En cuanto a las armas (pinchos de fabricación casera, principalmente) intervenidos durante el pasado 2007 en la prisión de Valencia, superan el medio millar. La cárcel de Picassent, junto a la de Villena, son los centros penitenciarios de España en los que más objetos de estas características se decomisan.
También la interceptación de teléfonos móviles o baterías es notable en las dependencias. El hecho de que muchos de los nuevos terminales sean de plástico impide que sean descubiertos por el detector de metales.
La entrada de estos objetos se produce en las visitas de familiares a los presos. A estos, rara vez se les cachea, "sólo en los casos en los que existen fundadas sospechas de que esconden algo".
La misma operación se produce con el tráfico de drogas. Recientemente comentaron en la prisión que al día siguiente de que dos presos recibieran visita, "todo el módulo estaba colocado", lo que evidencia la entrada de este tipo de sustancias en las visitas.
Posteriormente, el recluso que introduce esta sustancia la "vende" al resto de presos. "Y se paga muy bien", apuntaron trabajadores de la prisión. Otra de las posibilidades consiste en "encargos" a uno de los presos que salen de permiso.
Existen varias sentencias que prohíben realizar radiografías a los internos para comprobar si esconden drogas en su interior. Al respecto, un informe del Defensor del Pueblo de hace años, recomendaba la instalación de ecógrafos en las prisiones para evitar la introducción de drogas. Sin embargo, estos aparatos no se han instalado en ninguna cárcel.

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lasprovincias.es