23 septiembre 2005

Gallizo apuesta porque la cárcel deje de ser el destino "inevitable" para todos los que delinquen.


Europa Press
La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, se refirió hoy al problema de la saturación de las cárceles y apostó porque muchas de las condenas que en la actualidad implican prisión "evolucionen" hacia otras formas de limitación de libertad más adecuadas al principio de corrección y rehabilitación y resulten menos perjudiciales para los condenados y sus familias.
Gallizo hizo esta reflexión durante el acto de celebración de la patrona Nuestra Señora de La Merced, al que asistió, entre otros, el ministro del Interior, José Antonio Alonso. "Creemos que ha llegado el momento de que la sociedad moderna supere la idea de que las prisiones sean el destino inevitable al que están abocadas todas las personas que, por los motivos que sean, llegan a inflingir las normas penales", afirmó Gallizo durante su discurso.
Antes, la directora había repasado los esfuerzos realizados por su departamento para mejorar las condiciones en las cárceles, motivadas por la sobre ocupación.
Sin embargo, aunque el crecimiento de la población reclusa en 2004 fue menor que en años precedentes (3,1 por ciento), sumado a éstos, dejan "una situación muy difícil para el sistema", según reconoció Gallizo.
En las próximas semanas, el ministro Alonso presentará al Consejo de Ministros el Plan de Amortización y Creación de Centros Penitenciarios, que prevé la puesta en marcha de siete nuevas cárceles, así como la reforma de la Ley Orgánica Penitenciaria.
En ésta, dijo Gallizo, Instituciones Penitenciarias ha iniciado una reflexión sobre los cumplimientos de pena.
COMBINAR CÁRCEL CON SEMILIBERTAD.
En este sentido, la directora de Prisiones apostó por combinar la privación de libertad con la semilibertad, el cumplimiento en centros de tratamientos específicos para conseguir la rehabilitación y superar así las deficiencias que desembocaron en la comisión del delito. "Difícilmente seremos eficaces en el control de quienes representan un riesgo evidente para la sociedad si no buscamos fórmulas adecuadas de tratamiento para aquellos que son un riesgo sobre todo para ellos mismos", aseguró Mercedes Gallizo.
Para dicha reforma, Instituciones Penitenciarias ha creado un grupo de trabajo dirigido por el primer director de ese departamento en democracia, Carlos García Valdés, quien ya participó en la original Ley Orgánica General Penitenciaria, que data de 1979, y que fue la primera promulgada tras el fin del régimen dictatorial.
La reforma, explicaron fuentes de Instituciones Penitenciarias, atenderá a los recientes fenómenos delictivos, como los que tienen que ver con las nuevas tecnologías, modernizando el principio constitucional de la reinserción.
Con todo, recordaron las fuentes citadas, la Ley, por tener carácter orgánico, tendrá que ser desarrollada a través de un reglamento.
Además, la directora de Instituciones Penitenciarias lanzó un mensaje a administraciones locales y autonómicas: la cárcel no puede ser la alternativa a las carencias sociales, la falta de tratamientos y centros psiquiátricos o la adicción a las drogas. "Ni puede ser tampoco el punto final de quien ha cometido un delito".
REPROCHE AL PP.
Por su parte, Alonso se refirió a la gestión de los gobiernos del Partido Popular y afirmó que con las iniciativas de Instituciones Penitenciarias se "recupera el impulso perdido en años anteriores" con el objeto de que las cárceles pasen de estar ocupadas en un 150 por cien, a simplemente, un 100 por cien.
En el acto celebrado en el Círculo de Bellas Artes se entregaron diez medallas a funcionarios que han destacado en su trabajo y una mención honorífica a la plantilla de la cárcel de Alhaurín de la Torre, en Málaga, "por el extraordinario comportamiento profesional mostrado" con el ingreso masivo de personas en ese centro penitenciario a raíz de la "Operación Nilo" contra las mafias que ejercían el timo de las "cartas nigerianas" y que provocó el arresto de más de trescientas personas.
Además, ha sido el primer año que se ha distinguido a presos con medallas reconociendo su colaboración activa en los centros en el desarrollo de actividades solidarias.
Tres de ellos se encuentran en régimen abierto y una cuarta en libertad condicional, aunque sigue colaborando con la Unidad Terapéutica de Villabona (Asturias).
Es una noticia de:

2 Comments:

At 10:07 a. m., Anonymous Anónimo said...

COMO FUNCIONARIO DE II.PP. SIENTO VERGUENZA AJENA POR LAS PARIDAS DE ESTA IMPRESENTABLE QUE NOS REPRESENTA. DE SUS ESTUDIADAS FRASES PARA CAUSAR IMPACTO SOCIAL SE DEDUCE QUE ES UNA INÚTIL ACOMPLEJADA Y LLENA DE PREJUICIOS Y, POR AÑADIDURA DE SUS PALABRAS SE DESPRENDE QUE LOS PRESOS SON, SIMPLEMENTE, BASURA. ALGO INCOMPRENSIBLE E INCONCEBIBLE EN UNA ESNOBISTA QUE PRESUME DE SER MÁS PROGRESISTA Y LIBERAL QUE NADIE.

 
At 7:06 a. m., Anonymous Anónimo said...

Como nadie me paga para que diga esto o aquello, critico cuando pienso que hay que críticas o aplaudo cuando la ocasión se lo merece. Y mi aplauso sincero a las manifestaciones de Mercedes Gallizo, directora general de Instituciones Penitenciarias. ¿Qué ha dicho para ese aplauso, el menos mi aplauso?

Ha dicho: “Creemos que ha llegado el momento de que la sociedad moderna supere la idea de que las prisiones sean el destino inevitable al que están abocadas todas las personas que, por los motivos que sean, llegan a infringir las normas penales”. Mercedes Gallizo apuesta por combinar la privación de libertad con la semilibertad, el cumplimiento en centros de tratamientos específicos para conseguir la rehabilitación y superar así las deficiencias que desembocaron en la comisión del delito. “Difícilmente seremos eficaces en el control de quienes representan un riesgo evidente para la sociedad si no buscamos fórmulas adecuadas de tratamiento para aquellos que son un riesgo sobre todo para ellos mismo”. Además, la directora de Instituciones Penitenciarias lanzo un mensaje a administraciones locales y autonómicas: la cárcel no puede ser la alternativa a las carencias sociales, la falta de tratamientos y centros psiquiátricos o la adicción a las drogas. Lo más fácil es decir: a la cárcel. La obligación de las administraciones es otra: servicios para paliar las carencias y deficiencias sociales. ¡Bien por Mercedes Gallizo!

Y la aplaudo porque pienso igual que ella. Además, la actual reinserción social que se realiza en nuestros centros penitenciarios brilla por su ausencia e ineficacia. A sociedades modernas, medios de rehabilitación modernos. Ni una mayor gravedad en las penas detrae a los delincuentes en sus acciones, ni el actual sistema de cumplimiento de las condenas es eficaz, sirve para la rehabilitación.

Para ello, para poner en practica lo insinuado por la directora general de Instituciones Penitenciarias y que puede plasmarse en la próxima reforma de la Ley Penitenciaria, es preciso que el Gobierno este dispuesto a dedicar mucho dinero, pero que mucho. Dinero para centros adecuados de rehabilitación; dinero para buenos profesionales que se dediquen a las tareas de reinserción y rehabilitación. Hace falta dinero y que los nuevos métodos y medios de rehabilitación y cumplimiento de las condenas sean aplicados con justicia y no al tuntún o sin criterios racionales y judiciales.

Bueno, me apunto a las ideas de Mercedes Gallizo, pero si se llevan a la práctica con criterios racionales y por auténticos profesionales. Por encima de cualquier otra consideración, y aunque a algunos les suene extraño, raro o injusto, la finalidad de la condena es la rehabilitación de quien ha delinquido.

 

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